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martes, 17 de enero de 2017

PASCUAL SILVA



Son contados los atabapeños, por no decir los amazonenses, que han venido al mundo con el lujo y la lija como doña Francisca Paminare parió y trajo a tierra regada por el río Guasacavi a su pequeño hijo. Ese día como cualquier otro día de la semana, mamá Pancha, como buena y eficiente curripaca, guatura al lomo y un bojote de leña en la cabeza, caminaba de su conuco a la curiara, cuando fue atacada por los fuertes dolores de parto. No le quedó otra alternativa que dejar guatura y leña a un lado y disponerse a parir, íngrima y sola, sobre una laja bendita por Dios. Vio la luz del mundo uno de sus hijos. Con un machete conuquero cortó el cordón umbilical de su querido bebé y colocó en cualquier sitio la placenta. ¡Cuánta valentía y amor de una madre por su hijo! Pascual nació en la Laja de Gallineta. Dejemos que sea el mismo el que se exprese sobre su nacimiento: “Se estremecieron las cabeceras de todos los ríos que forman el Atabapo, porque el 6 de enero de 1.933 nació un súper comelón de cabezón que acompañará desde ese día a Doña Francisca (mamá), y a Don Antonio Silva (papá) y una larga lista de hermanos y hermanas”.

Siendo todavía un niño de pecho, realizó en una balsa de palo de bolla, construida por la señora Francisca su viaje de traslado desde el caserío de Santa Cruz, cerca de la confluencia del río Temi y el Guasacavi, a pueblo de San Fernando. Pascual más nunca volvió a su laja natal. Con cuatro años de edad llegó a la entonces naciente ciudad de Puerto Ayacucho.

Estudió la primaria en el Asilo Pio XI y en la Escuela Graduada General Rafael Urdaneta, ambos planteles de gratas memorias que funcionaron en esta ciudad porteña.

Tiene tres profesiones: Ratero, Traidor y Malversador. Ratero, no porque caza ratas, sino porque trabaja por ratos, un rato por la mañana y otro rato por la tarde; Traidor, no porque es traicionero, sino porque en su quehacer de vendedor de empanadas y jugos en el Guasimito, era el encargado de llevar y traer los pedidos que hacían los comensales; y Malversador, no porque malversa sus bienes, sino, porque escribe versos maluquitos.

El 3 de agosto de 1.958, en San Fernando de Atabapo contrajo matrimonio con la joven Catalina Escobar. El compartir conyugal de esta pareja ha producido 4 hijos y 3 hijas, todos y todas profesionales que en la actualidad luchan por el progreso del Estado Amazonas.

Como Guardia Nacional sirvió en todos los puestos de la Compañía Autónoma del Meta y Río Negro y como educador trabajó en la Escuela Granja Atabapo y en la Escuela Junín, ubicadas en el pueblo de San Fernando.

Pascual como cantautor afirma, que para ser cantautor se requiere “ser chiflado y creer que se hace una obra maestra”. Son muchas las piezas musicales producidas por este amigo malversador: Atardecer Atabapeño, el Pavón, el Piapoco, e Danto, el Cabezón, La Raya, la Lapa, el Bocón, el Sebucán, la Guacamaya, la Vieja del Atabapo, Playa y Cariño, Ana Carolina, Tierra India, Recados al Presidente, Misa Amazonense en honor a Don Bosco, Siembra Redención, la Orquídea, un canto al Amazonas y muchas otras.

El atabapeño ratero al referirse a nuestra identidad regional, manifiesta que el 99,99% de los amazonenses no conoce nuestra historia y a quien no conoce su tierra, es imposible pedirle que se identifique con ellas, es imposible que le tenga amor a la patria chica, a este pedazo suelo que le vio nacer y donde dio sus primeros pasos. El amigo Pascual Silva es un eficiente y eficaz conocedor de la historia del Estado Amazonas; conversar con él sobre este tópico enriquece nuestro conocimiento.

Conversando con el Traidor amigo llegamos a una conclusión: que, así como las culturas aztecas y maya se atribuyen el nombre de hijos e hijas del maíz, de la misma manera los diferentes pueblos descendientes de los arahuacos (curripacos, banivas, piapocos, bares, etc.,) podemos asumir con legítima autoridad, que los hombres y las mujeres de estas culturas “SOMOS HIJOS E HIJAS DE LA YUCA”. En curripaco: NIRRI-PI-CAIMIU.

Para conocer a Pascual Silva Paminare con lujo de detalles, dejemos que sea su querida esposa, compañera y amiga Catalina Escobar, que nos hable de él: “Pascual como esposo siempre ha sido un ser comprensivo, siempre cariñoso y amoroso. Me ha sabido entender, y nos hemos sabido llevar bien en nuestra relación matrimonial. Un esposo ejemplar. Como amigo, ha sido siempre un hombre de buenos ejemplos, especialmente ha tratado de llevar una vida, un matrimonio y una familia de valores humanos y cristianos. Entendemos que el matrimonio es un sacramento que Dios nos ha dado y de esta manera poder llevar las dificultades que se presentan en la vida. Como padre, un buen educador para sus hijos e hijas, dándoles buenos ejemplos y consejos, de manera especial inculcándoles la aplicación y práctica de la honestidad, la humildad y la sencillez”.
Una de las tantas nietas de Pascual, Lavinia Franco, se expresa así de su abuelo: “Mi tío Pascual Silva, nos ha inculcado valores muy importantes: respeto, honestidad y sinceridad, los cuales hemos sabido apreciar y aprovechar. Es un padre ejemplar con buenos modales, para con todos se comporta de una manera muy inteligente, en especial en el momento de llamarnos la atención. Es buen conversador y muy comunicativo, tanto con nosotros, sus hijos e hijas, como con las otras personas. Nos ha demostrado que Dios es nuestro Padre Supremo y que debemos confiar en El para que nuestros sueños y metas puedan realizarse: “con fe todo es posible”. Le doy las gracias por lo que nos ha enseñado. En la familia nos queremos mucho. Lo queremos y rogamos a Dios que viva por mucho tiempo”.

Fuente: Revista "La Iglesia en Amazonas", 
Año XXIX - Nº 124 - Junio 2009. Pag. 35. 
Personajes en la historia de Amazonas del 
escritor Jesús Pastor Santaella

miércoles, 4 de mayo de 2016

CONSTITUCIÓN GEOLÓGICA

Cuando los conquistadores llegaron a América notaron que los indígenas denominaban Guayana al inmenso territorio comprendido entre el Orinoco y el Amazonas. Con esa superficie se creó la provincia de Guayana en 1580. Pero en 1750 los Estados español y portugués acordaron establecer como límite la divisoria de aguas donde se encuentra hoy la frontera de Venezuela con Brasil.

ESCUDO DE GUAYANA
Escudo de Guayana

Es el conjunto de rocas precámbricas, de edad variable, del arqueozoico (3.500 a 1.600 m.a). Fisiográficamente, limita al norte con el valle de Orinoco, al sur con el valle del Amazonas, al este con el océano Atlántico y al oeste con las cuencas sedimentarias petrolíferas subandinas. Comprende los territorios de la Guayana brasileña, la Guayana francesa, Surinam, Guyana, la Guayana venezolana y la parte nororiental de Colombia.
El escudo de Guayana está constituido por las provincias litológicas de Imataca, Pastora, Amazonas y Roraima. En el presente resumen se aborda la provincia litológica de Amazonas y sus respectivas formaciones.

AMAZONAS

Ríos Siapa, Mavaca y otros en el estado Amazonas
La provincia de Amazonas está formada por el gneis de Macabana y el supergrupo Cedeño. El término "gneis de Macabana" se refiere a la roca granítica de textura de augen-gneis, con cristales de cinco centímetros o más, que aflora en la punta Macabana, río Ventuari.
En el cerro Caripán, basamento del cerro La Neblina, aflora un gneis de grano grueso cuya foliación preferencial está definida por la orientación de los feldespatos.
El basamento donde reposan las rocas piroclásticas de Cuchivero es un gneis, el cual aflora en la parte baja de los valles de los ríos Siapa y Mavaca. Éste es un complejo granítico que ha sufrido varios períodos de metamorfismo.
El "supergrupo Cedeño está constituido por el grupo Cuchivero y el grupo Suapure.
Rocas ígneas

Las rocas extrusivas de la "formación Caicara" son características del volcanismo ácido e intermedio del cratón de Guayana, asociado asociado al plutonismo anaorogénico subsecuente de composición granítica que se ha denominado "grupo Uatumá" y "formación Irirí" en la región de Mato Grosso en Amazonas, Pará (Brasil), rocas ígneas de Good Hope, en Guyana, y "grupo Cuchiverro", en Bolívar y Amazonas, Venezuela.
Constituyen una provincia magmática distintiva del norte de América del Sur que presenta lineamientos tectónicos y arreglos estructurales inherentes en el proceso de su génesis.
Las areniscas que afloran intercaladas e interdigitadas en las rocas piroclásticas estratificadas del "grupo Cuchivero" corresponden a la "formación Unturán". El mayor de los afloramientos origina la fila del Unturán. Otros afloramientos en el valle de río Mavaca forman los cerros de Mavaquita, Mavaca e Idige. En el valle del Orinóco originan el cerro Platanal.
Cuarzo
También se encuentra el "grupo Suapure" que son las rocas expuestas desde Los Pijiguaos hasta Puerto Páez (este-oeste), y desde Los Pijiguaos hasta el río Ventuari (norte-sur). El grupo está constituido por el granito de Pijiguao y el granito de Parguaza.
El granito de Pijiguao es el granito leucocrático rosado salmón, grano fino a medio, macizo.
Para completar el marco geológico, se describen las formaciones La Neblina, La Esmeralda y Cinaruco.
La serie La Neblina, con 500 metros de espesor, integrada por esquitos actinolíticos, filitas y grauvacas de color gris oscuro, yace encima del grupo Cuchivero y debajo del grupo Roraima, en el cerro de la Neblina.
La formación La Esmeralda, constituida por esquistos cuarzo-cloritosos con epidoto y cuarcitas de grano fino, con guijarros, de cuarzo y cuarcita. Yace encima del grupo Cuchivero y debajo del grupo Roraima, en el cerro Duida.

Clasificación de las rocas

Fuente: "Gran Enciclopedia de Venezuela" Editorial Globe, C.A., Volumen 1, Pag. 29 a 35. Caracas 1998

sábado, 25 de febrero de 2012

Tomás Funes se rebela contra Gómez


Amazonas fuera del control de Gómez

El coronel Tomás Funes se levantó contra el gobernador del inexplorado estado sureño, lo asesinó y se hizo con el poder debido a la imposición de fuertes impuesto sobre la producción y comercialización de caucho, balatá y sarrapia. Funes era uno de los principales explotadores y contrabandistas de estos rubros en el alto Orinoco.


La intención del general Juan Vicente Gómez de consolidar su férreo dominio sobre todo el territorio nacional se ha visto seriamente entorpecida luego que el coronel Tomás Funes se levantase en armas contra el gobernador del Territorio Federal Amazonas y asumiese personalmente el poder en la entidad.
Funes se instaló en el alto Orinoco a finales del siglo XIX y hasta el momento era conocido en la región como uno de los principales explotadores y contrabandistas de caucho, balatá y sarrapia.
No obstante, decidió rebelarse contra las autoridades, una vez que se impuso, desde 1911, fuertes impuestos sobre la producción y comercialización de cualquier recurso natural extraído en la zona, a fin de cumplir con los dictámenes impuestos por la política fiscal del gobierno nacional.
Sin mediación ni negociación previa, Funes reunió a unos 300 hombres y tomaron el pasado 8 de mayo a la ciudad de San Fernando de Atabapo, en un ataque donde fueron asesinados gobernador y sus principales colaboradores.
Así lo refirió Deoracia Rengifo, un testigo presencial de los hechos: “Yo me hallaba en el botiquín de los Maggi, y cuando vi que pasaba mucha gente en la gobernación salí hacia ésta, entrando por detrás. A Pulido le asaltaron en su pieza; primero le cruzaron el estómago de un tiro; agarró un Winchester y disparó al azar cinco veces. Balbino Ruiz, de Río Chico, le dio un machetazo en la nuca y cayó. Luego mataron a Alberto y Antonio Espinoza. A Juan Espinoza lo alcanzaron en la calle y lo mataron. A Enrique Delepiani lo apresaron en su casa, y herido, lo mataron a machetazos. Esa noche murieron el doctor Baldomero Benítez, Jacinto Lara, Julio Capechi”. Fuentes señalan que hasta el 18 de mayo habían sido asesinadas 122 personas, incluyendo a la esposa del gobernador Mercedes Pulido y sus dos hijos. Aunque el gobierno nacional no se ha pronunciado públicamente al respecto, se supo que Gómez designó al general Albelardo Gorrochotegui como nuevo encargado en Amazonas, sin embargo, por razones desconocidas, éste no ha asumido su investidura y Funes se mantiene como única autoridad en la región.
San Fernando de Atabapo,


Fuente: Revista Independencia 200 Nro. 103. Pag. 3. Comisión Presidencial para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela - Centro Nacional de Historia, Archivo General de la Nación y Dirección de Investigación y Asesoría Histórica de la Asamblea Nacional. www.bicentenario.gob.ve

lunes, 28 de febrero de 2011

EL PUEBLO YANOMAMI EN CIFRAS

CENSO:
12.234 personas pertenecen al pueblo yanomami en el lado venezolano, según el censo de 2001. Las autoridades hacen la salvedad que los habitantes del municipio Alto Orinoco no pudieron ser empadronados, razón por la cual se estimó su número en 5.000.


TERRITORIO:
La extensión total del territorio donde viven los yanomami es de 177.000 Km2.

TEMPERATURA:
La temperatura promedio anual en la región del Alto Orinoco es de 26,8º C.

PRECIPITACIÓN:
El nivel de precipitación es de 2.191 milímetros anuales.


Fuente: Pueblos Indígenas de Venezuela - Yanomami- Colección Bicentenario. 2, Editorial Santillana S.A.

jueves, 16 de diciembre de 2010

LA MUERTE DEL LIBERTADOR

Después de renunciar a la Presidencia de Colombia, hecho ocurrido el 28 de abril de 1830, Simón Bolívar se ve imposibilitado de regresar a Venezuela. El 7 de mayo Bolívar sale de Bogotá. Por ahora su destino es la costa. Quiere descansar un poco para reponer su quebrantada salud. El libertador tenía esperanzas en recuperar su estado anímico, así como también esperaba aunque no del todo confiado, se le concediera el sueldo de ex presidente, y así de esta forma poder residenciarse en Europa.
Decepcionado por la infamia y la hipocresía de sus adversarios, tras escala en Soledad y Barranquilla, se dirige a Cartagena con el propósito de viajar a Europa en busca de mejoría para su salud, desoyendo los clamores de amigos y subordinados para que volviera a asumir las riendas del Estado, en la seguridad de que sólo él sería capaz de rescatar lo que quedaba de la patria de la anarquía en que la habían sumido las facciones.
En Cartagena recibe una noticia que le acelera el corazón. el Mariscal Sucre ha sido asesinado. Bolívar no encuentra palabras ni lágrimas para tanto dolor. Ve en este crimen una cruel venganza de sus enemigos. Los asesinos sabían muy bien que Sucre era el sucesor legítimo de Bolívar. El único que todavía podía restaurar la unidad grancolombiana.
Bolívar siente los coletazos de las pasiones enemigas. Siente dentro de sí relámpagos de amor y odio. Vértigos y angustias devoran su espíritu. la vida se le va, él lo sabe. Pero no por eso se apagan sus voces interiores. Siempre cuerdo, siempre lúcido, siempre atento al desarrollo de los sucesos que ensangrentaban la patria que él fundó. Le duele tener que proclamar "He arado en el mar..."
La enfermedad avanza. Los médicos le recomiendan el clima de Santa Marta. Es caluroso, seco y se respira a la vez el aire de mar y de sierra. Cerca de la ciudad, hay una hacienda que produce abundante caña de azucar. Se llama San Pedro Alejandrino. Su dueño, el español Don Joaquín Mier, le pone la casa a su disposición. El Libertador se lo agradece:
"Reciba usted por esta generosidad, las gracias más expresivas de mi parte... Yo pienso seguir para allá y desde luego hoy acepto la oferta de usted, aunque sea por unos pocos días".
En compañía de los generales Mariano Montilla, José Laurencio Silva y José María Carreño; el auditor de guerra Manuel Pérez del Recuero; el coronel José de la Cruz Paredes; los edecanes Andrés Ibarra y Belford Wilson; Lucas Melendez, capitan de su guardia; y los tenientes José María Molina, y Fernándo Bolívar (su sobrino), a bordo del bergantín "Manuel" prosigue poco después rumbo a Santa Marta a la que llega el 1º de diciembre.
Pasado cinco días entra a la quinta "San Pedro Alejandrino". Allí dicta su testamento y su última proclama.
La tuberculosis progresa sin misericordia. Ha cumplido 47 años, pero aparenta 60. Bolívar no descansa. Aprovecha el tiempo en escribir cartas. Su pasión por la patria lo devora. El reuma y los cólicos de bilis no lo dejan conciliar el sueño. Su rostro se vuelve pálido y los ojos pierden el brillo natural. La tos le molesta con frecuencia. Apenas puede caminar. El médico que le asiste, Dr. Reverend, escribe a principios de diciembre:
"El enfermo disimula los padecimientos pues sólo da algunos quejidos. Se le nota un sensible entorpecimiento de sus facultades mentales".
Le visita el obispo de Santa Marta y le aconseja que reciba el sacramento de la Unción de los Enfermos y la Confesión. Su sobrino, Fernándo Bolívar, asiente. El párroco de Mamatoco le administra los ritos religiosos. Sabe que se va a morir de un momento a otro. Convoca, por eso, a los pocos amigos que lo acompañan y ordena que el notario lea la última proclama que dedica a sus conciudadanos:

"Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantar la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.
Simón Bolívar"

Todos los asistentes lloran. Bolívar había sido grande en las batallas y en el gobierno. Pero ahora, ante la muerte, es todavía mayor su magnanimidad y patriotismo.
Las últimaa semanas las pasa con fiebres muy altas. Delira con frecuencia. Amanece el 17 de diciembre. Santa Marta se prepara para la navidad. Los niños y jóvenes cantan ya los aguinaldos. El aire es más fresco. Se oye como desde muy cerca el estruendo del mar. A media mañana se incorpora el enfermo y dirigiéndose a uno de los criados le grita:
"José, vámonos, vámonos... Esta gente no nos quiere en esta tierra... Nos echan de aquí. ¿A dónde iremos?"
El Doctor Reverand llama a los amigos: "¡Señores: si queréis presenciar los últimos momentos y último aliento del Libertador, ya es tiempo!"
Simón Bolívar, el Genio de América, nuestro Libertador, Exhala su último aliento. murió a la 1 de la tarde del 17 de diciembre de 1830. El sol lucía impertérrito.
Al conocerse la noticia en Venezuela, respiró tranquila la oligarquía. La canalla se regodeó de gozo. Al compáz del tañido de las campanas al vuelo, jubilosos sermones celebraron en lo púlpitos el "felíz acontecimiento"; en tanto que los periódicos reseñaron la desaparición del "tirano", con injuriosos escritos.

Cinco países había libertado y sin embargo muere abandonado. Sin honras nacionales. En la casa de un español. Asistido por un médico francés. Con camisa prestada. Sin una mujer que lo atendiera a su lado.
Fuente:
Se llamaba Simón Bolívar.
Valmore Encinoza y Carmelo Vilda.
Ediciones S.A. Educación y Cultura Religiosa.
4 ta. Edición. Caracas, 1999
Venemérides - Editorial Comarpe C.A.
Edición 2004 - Caracas, Venezuela

domingo, 21 de noviembre de 2010

LA MATA DE HIGUERA

Por: Julio Cesar Fernández


Conocíamos al Capitán Higuera, Oficial de la Guardia Nacional, como hombre sencillo, amable, amigo y de un trato especial.

Por resolución Ministerial fué nombrado Comandante General de las Fuerzas Armadas Policiales de esta Entidad Federal. Emocionante noticia!. Los comentarios no se hicieron esperar: "que bueno", "que chévere", "gracias a Dios". "Ese es mi amigo panaquire". En fin mucha alegría. Se comentaba tan feliz acontecimiento. Todo era: Que si Higuera pa´acá, que si Higuera pa´alla.

Pero como dice el refrán llanero: "Una cosa piensa el burro y otra quien lo está enjalmando". El "tiro le salió por la culata" a quienes se habían confiado ciegamente en la "sonrisita" de Higuera. Quienes pensaron que aquel hombre era una "mantequillita" de a "cuartillo", y quienes opinaron que con él se podía "jugar a la pelota", se llevaron la sorpresa del siglo.

La ciudad un poco desordenada. Sus habitantes desacostumbrados en el cumplimiento del deber, y olvidados de ciertas normas legales establecidas por el Estado, así como el abuso y la responsabilidad reinante por los cuatro costados; todo esto hizo mella para que el hombre encontrara un bonito escenario, para actuar sin contratiempos y "acomodar" las cosas en desorden.

Primero la disciplina interna del Cuerpo policial (pasando por una depuración a "toda máquina"). Luego... a la calle!. Comenzó por "apretar la tuerca", y los efectos se hicieron sentir con todo su rigor. Unos corrían, otros se "encaramaban", "saltaban", "protestaban", "pataleaban", pero... La decisión era tajante y terminante: "Orden y punto". Nadie más anduvo por las calles sin Cédula de Identidad en el bolsillo. Ninguna menor de edad deambuló más de madrugada por las discotecas. Los menores de edad, como por arte de magia, desaparecieron de las "correrías" nocturnas. Los motorizados entraron por el "carril", y bajó a "cero" el promedio de muertos por accidentes. La "Lotería de animalítos" sufrió su aniquilamiento. A los "Mafiosos" o "drogadictos" les fué aplicando todo el peso de la Ley. En medio de ese corri-corre grabé en disco la composición que sigue, intitulada "La Mata de Higuera". Un recuerdo imperdurable sobre una real situación.


LA MATA DE HIGUERA


Higuera, chumba de Indias/Higuera, del mismo infierno/Higuera que das el fruto/apetecido del pueblo/Arbol de tronco torcido/que enderezarlo no puedo/tampoco hacer los viveros/para que nazcas de nuevo/de hojas grandes y lobuladas/que causan terrible miedo/cuando de noche se mueven/accionadas por el viento.


Su fruto dicen que es dulce/pa´mi es dulce pasajero/de ellas se obtiene el ricino/purgante del cual me acuerdo/porque cuando estaba niño/en los brazos de mi abuelo/con ataques de lombrices/casi una noche me muero/abra esa jeta carrizo/no me vomite el remedio/tucun, tucun, no resuelle/que aquí tengo el colgadero/era la sal de la Higuera/que me atragantaba el cuello.


Muy de moda está la Higuera/plato del día en este pueblo/es conserva favorita/su sabor se está imponiendo/hace tres tardes yo iba/paseando rumbo hacia el puerto/cuado de repente vi/que se formaba un vainero/más de cuarenta choferes/indignados por supuesto/en medio de un gran bochinche/se peleaban por el puesto/ráspemelo decía uno/no me vengas con el cuento/la Higuera en estos momentos/no se la estamos vendiendo/además no es el motivo/para que vengan corriendo/han cometido infracción/bien se merecen su arresto.


Otra noche estaba yo/en un paraje desierto/era el mismo "paraiso"/noche de grandes recuerdos/cuando vi un desbarajuste/de esos que paran el pelo/casi que me da un ataque/casi me muero del miedo/la tensión se me subió/se me entrecortó el resuello/creí que mi corazón/tenía cien años de viejo/ me persiné treinta veces/rezando tres Padre Nuestro/me encomendé a to´los Santos/dejándoles el polvero/brinqué po´encima e´las mesas/tumbé perolas con hielo/mentalmente me decía/"paticas pa´que te tengo"/de barriga me lancé/me fuí arrastrando po´el suelo/vi una mata bien hermosa/me sentí como hombre nuevo/y chupulún bajo de ella/me sentí en el mismo infierno.


Sabe usted, lo que pasaba/de risa casi me muero/eran indocumentados/que los perseguía el gobierno/como pude metí el ojo/lo volví a meter de nuevo/paré ese oído bien fino/que escuchaba hasta el secreto/un carro como una jaula/con cien menores adentro/que andaban a media noche/no se por qué ocurre esto/calle arriba y calle abajo/ como ganao sin potrero/en la oscuridad aplaudía/pero con mucho recelo.


Ví a María que protestaba/lo hacía con gran centimiento/Aquí va mi directiva/las mujeres del gobierno/ellas venían del trabajo/se estaban tomando un fresco/Ahora con quien me reuno/por Diosito no hagan esto/pero que va! Zacatán!/en el carro las metieron/y solo se salvó María/porque se perdió corriendo.


Después que pasé el gran susto/y todo quedó en silencio/miré pa´todos los lados/ví la luna y los luceros/hay fué cuando me di cuenta/casi no podía creerlo/que la mata donde estaba/bajo un chubasco tan fiero/era una tremenda Higuera/desafiando al mismo cielo.


-1981-

viernes, 19 de febrero de 2010

MI DELIRIO

Leyendo algunos escritos de distintos escritores y compositores amazonenses me topé con una inspiración poética del nada más y nada menos siempre querido y recordado Don Manuel Henriquez. Una pieza única que resultaría mezquino de mi parte no brindárselo a  Ustedes lectores de este blog. LLeva por nombre "Mi Delirio"  y luego que la lean entenderán igual que yo, los dones no sólo de historiador que poseía nuestro  querido  e inolvidable cronista, sino también las cualidades poéticas sobradas de inspiración y exquisita prosa que reflejan un aspecto sensible, apasionado y hasta melancólico del referido autor.  Sucumbe Don Manuel ante un sueño de gozo, deseo  y tentación que lo hace preso del éxtasis de contemplar la  belleza de la provocativa mujer. Dibuja palmo a palmo y con sorpresa y gran admiración  los atributos y encantos de las diosas, para finalmente delirar ante la desilución del sueño y la imaginación.  Definitivamente, un escrito que merece ser publicado.

MI DELIRIO

Don Manuel Henríquez
Cronista de la Ciudad de Puerto Ayacucho
(Part tí mujer, como una inspiración sin eco ni destino) 
En la quietud silente de un róseo y opalino atardecer, mi mente obnubilada por una pasión extrema, va dibujando la policromía crepuscular de una esperanza envuelta en la tenue transparencia del deseo. Penetra, en el vacío colorido de la imaginación como saeta clavada en la profundidad de lo imposible.
Estoy solo, en éxtasis de una meditación profunda con perfiles de melancólicos recuerdos.  La vista perdida en la lejanía azul del firmamento; la imaginación tejiendo en la  ilusión la filigran de un anhelo insatisfecho. Veo surgir en vaporoso  vuelo un pulcro colorido, tu figura en las nubes multiformes con pinceladas doradas del crepúsculo. Veo tu silueta, tu cuerpo de nacarada piel, plasmada cual diosa del Olimpo. En el suspenso de un ideal soñado, veo y siento tus pasos imprecisos en vacilante decisión de tu destino; esquivas con pudor y donaire tu figura; el rubor tiñe de rojo tus mejillas; tus ojos de mirar profundo y entreabiertos y relucientes invitan al amor; te acercas más; veo tus labios como trozos de manzana de cremoso néctar, rebosantes de placer, todos en conjunción voluptuosa con la fosa perlina que forma el encuentro de tus senos.
Estoy estático, atónito, como hechizado con la incredulidad de la sorprendida visión de mis puros y nobles sentimientos; tomo tus manos, te acerco a mí, rehuyes en actitud púdica de mujer honrada; vacilas, te aprieto, beso tus labios, tus ojos, te estrecho entre mis brazos; ciento en tu pecho el latir acelerado, el palpitar gozoso del  amor, del deseo fundido en aras del placer ardiente de mujer.
Caigo en el marasmo de un acobardado proceder. Me reincorporo, hago memoria... Oh! desilusión. Ha sido un delirio, un sueño, en donde la imaginación se lanza en alas del  pensamiento, con el deseo de alcanzar una esperanza.